La huella de carbono de la industria tecnológica

Avances tecnológicos como los teléfonos inteligentes y la computación en nube han supuesto una transformación significativa en diversos aspectos de la existencia humana, como el estilo de vida, el trabajo y las interacciones sociales. Sin embargo, este avance tiene consecuencias, ya que la huella de carbono del sector tecnológico sigue siendo una preocupación importante. En la búsqueda de un futuro sostenible, es imperativo revisar las ramificaciones ecológicas de este sector en expansión e investigar estrategias que puedan reducir su huella de carbono.

He aquí las principales fuentes de emisiones de CO2 generadas por el sector de las TI:

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Fabricación:

Fabricar artículos electrónicos implica extraer y manipular materias primas, lo que puede consumir mucha energía. Además, el transporte de estos materiales y las fábricas donde se producen añaden CO2 a la atmósfera. Para disminuir la cantidad de emisiones de carbono, algunas empresas están adoptando métodos ecológicos, como la utilización de fuentes de energía sostenibles y el establecimiento de iniciativas de reciclaje.

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Centros de datos:

Albergan y manejan grandes cantidades de información, por lo que necesitan un alto volumen de electricidad para mantener el funcionamiento y la temperatura de los servidores. Este uso continuado de energía genera notables emisiones de carbono. Aún así, cada vez más centros de datos están cambiando hacia fuentes de energía sostenibles, como la eólica o la solar, para disminuir su huella ecológica.

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Entre las emisiones de CO2 generadas por la industria tecnológica

alrededor del 15% se deben al consumo energético de los centros de datos

en el planeta debido al consumo energético de agua

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Dispositivos IoT:

Estos artilugios, como los controladores de temperatura inteligentes y las máquinas conectadas, consumen energía cuando están en uso y suelen necesitar conectividad continua a Internet. Aunque los aparatos IoT consumen poca energía, el efecto combinado de millones de ellos puede ser notable. Las empresas se esfuerzan por mejorar la eficiencia energética de estos aparatos y crear opciones de conectividad respetuosas con el medio ambiente para reducir su huella ecológica.

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Software y servicios digitales:

Aunque el software y los servicios digitales no emiten directamente emisiones de carbono, dependen de la infraestructura y el hardware subyacentes, que tienen sus emisiones asociadas. Sin embargo, la eficiencia energética del software y los servicios puede contribuir a mitigar la huella de carbono global. Un código eficiente, las técnicas de compresión de datos y la optimización de la transferencia de datos pueden contribuir a reducir el consumo de energía.

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Residuos electrónicos:

Con el rápido avance de la tecnología, los dispositivos electrónicos se quedan obsoletos con mayor rapidez, lo que aumenta los residuos electrónicos. La eliminación y el reciclado incorrectos de los residuos electrónicos pueden liberar sustancias peligrosas en el entorno y contribuir a la emisión de gases de efecto invernadero. El concepto de economía circular y consumo responsable ha ganado mucha atención recientemente. Este enfoque hace hincapié en la importancia de reducir los residuos y maximizar el uso de los recursos a través de un sistema de circuito cerrado. Implica diseñar productos que puedan reutilizarse, repararse o reciclarse fácilmente y promover hábitos de consumo responsable entre particulares y empresas.

A pesar de los obstáculos, el sector tecnológico está a la cabeza en el descubrimiento de remedios inventivos para abordar el problema del cambio climático. Numerosas corporaciones tecnológicas prominentes se han comprometido a disminuir fuertemente sus emisiones de carbono. Los líderes del sector han puesto en marcha diversas medidas, como la adquisición de energías renovables, centros de datos energéticamente eficientes e iniciativas de reciclaje de productos.

De este modo, nuevos actores como Hovy, ayudan a las empresas del sector tecnológico a identificar sus principales fuentes de emisiones de CO2 para poner en marcha un plan de reducción.